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FUNDACIÓN
HERMANOS VILLEGAS BOTERO

 

EDITORIAL:

EL CENTENARIO DE ARTURO VILLEGAS GONZALEZ

El próximo 29 de abril, sábado, se cumple el centenario del nacimiento de Arturo Pedro Villegas González, en Sonsón. Descendiente de unas familias de prestigio y raigambre, como que sus antepasados paternos habían sido dueños de vastos terrenos al sur de Antioquia (la famosa concesión Villegas que fuera del fundador de la familia, el español don Felipe Villegas y Córdoba) y por la parte materna estaba ligado con personajes notables como el poeta Gregorio Gutiérrez González. Para las fechas en que él nació eran muy importantes los apellidos y la trayectoria de las familias en las localidades antioqueñas.

Pero de pergaminos no se vive. Su papá, quien hasta ocupó el cargo de alcalde de Sonsón en varias ocasiones pero solo por unos meses -pues, como se complacía en contar don Arturo, era inflexible en la autoridad lo que llevaba al gobernador a pedirle la renuncia- su papá, decíamos, debió ganarse la vida como un artesano, un herrero que a golpes de martillo y aguantando el calor de la fragua, logró levantar su numerosa familia.
Arturo debió interrumpir sus estudios de bachillerato para ayudar al sostenimiento de su mamá, hermanas y hermanos menores a raíz de la temprana muerte de su padre, como consecuencia de una intervención quirúrgica. Así empezó su vida de comerciante, que le imponía la obligación de viajar con frecuencia a Medellín con una recua de bueyes a llevar mercancías, en un viaje que duraba varios días. En una de esas correrías conoció en La Ceja a Genoveva Botero, una joven huérfana de una familia tradicional de la localidad y así se inició el noviazgo que culminó con la boda, en septiembre de 1925.

Lo que sigue es historia más conocida. Formaron un hogar próspero, en Sonsón, y llegaron los cinco primeros hijos, uno cada año. Pero la crisis mundial, la famosa depresión de los años treintas, que a tantos banqueros, comerciantes e industriales afectó, también trajo la ruina a ese comerciante sonsoneño del marco de la plaza. Y con su ya numerosa familia tuvo que ir a Montebello, apoyado por su hermano mayor, Ernesto. Fueron años duros de aprender actividades desconocidas, de la vida del campo en condiciones difíciles, y de unos modestos empleos en el municipio. De los cuatro nacidos en esa época solo Jaime sobrevivió para contar -y harto que disfruta con ello- el cuento.

Con una familia más crecida vino luego a Medellín, y poco después a Itagüí, a trabajar en la Cervecería Unión, por más de veinte años, hasta su jubilación. Allí nacieron la mayoría de los hijos del matrimonio, los ocho menores, allí prácticamente se estabilizó el hogar y se hizo una familia respetable en la población. Todos quienes se encontraban con él o con su esposa los saludaban con respeto: don Arturo y doña Genoveva. Fue una etapa dura, sobretodo porque su empleo de cajero le imponía trabajar sin horarios definidos. Fueron muchas las noches en que tuvo que permanecer por largas horas a la espera de un ventero que viniera del suroeste, del oriente o de cualquier parte del departamento, con unos fajos de sucios billetes que él debía contar y guardar en la caja fuerte. Y ya para entonces su salud se había debilitado. Alguno de los hijos debía entonces ir a la empresa a esperar la hora de salida para acompañarlo a tomar el carro o ir, si era el caso, hasta Itagüí por un taxi, si el teléfono no funcionaba. Por ello fue poca su presencia en el hogar en la labor diaria de acompañar a los hijos, los que quedaban casi al cuidado de la mamá. Solo los sábados en la tarde y los domingos estaba en la casa y aprovechaba para mercar, ir a misa y descansar.

Su vida después de la jubilación fue dura. Debió salir de Itagüí, donde ya no había seguridad para él y trasladarse a Medellín, al barrio Belén, donde vivió, en diferentes casas, hasta su muerte en 1978. Poco después de jubilado falleció su esposa Genoveva, de una muerte repentina que le dejó anonadado. Con la colaboración de varios de los hijos mayores y de Germán, se organizó el taller Villegas. Así entretuvo al menos parte de su tiempo y se ayudó algo para la tarea de la crianza de los hijos menores.

En 1970 contrajo matrimonio con Ana González, quien le acompañó hasta su muerte. Vivió una vejez dura, por las penurias económicas, pero irradiaba tranquilidad y felicidad; se sentía orgulloso de los logros de sus hijos, disfrutaba de la compañía de sus numerosos nietos, era sociable y a todo le sacaba gusto.

Para todos los descendientes -que sobrepasamos el centenar, y de seguir los consejos de Samuel vamos a llegar a muchos más- así como para todos los allegados es un motivo de alegría y sano orgullo esta conmemoración. Tenemos el ejemplo de un padre, un abuelo, un bisabuelo, y una madre, abuela y bisabuela que vivieron a cabalidad sus obligaciones y nos enseñaron la dignidad, el respeto, el amor a Dios y la solidaridad familiar. No podemos ser inferiores a esos dechados de virtudes. Nobleza obliga.

CONMEMORACION DEL CENTENARIO

Por decisión de la junta directiva, el próximo 29 de abril, sábado, día del centenario del nacimiento del "Abuelo" se celebrará la Asamblea general de la Fundación, y junto con ella una reunión, ojalá lo más nutrida posible, de todos sus descendientes, de toda la familia.

Samuel, desde hace algún tiempo tiene encargada la celebración de una misa por Don Arturo en la iglesia de Santa Teresita, a las 12 del día, a la cual nos invita. Con todo, es posible que en las horas de la tarde un sacerdote amigo nos pueda celebrar otra en el lugar donde nos reuniremos a almorzar y pasar una tarde de gran alegría y animación. Oportunamente se confirmará a todos.

La Corporación Colombo Japonesa nos ha ofrecido generosamente las instalaciones del Colegio, situadas a la entrada de Envigado Tr. 27 A Sur, No. 31E-81, Tel. 2760623. Se llega con suma facilidad. Al entrar a Envigado por la Avenida del Poblado, pasada la Frontera y el Colegio La Salle, se llega a La casa Museo Fernando González. Allí hay un cruce a la izquierda con semáforo frente a Jenno´s Pizza y al lado de la Clínica del Sur. Por esa vía se sigue al oriente y a una cuadra, a mano derecha, están las instalaciones del Colegio Colombo-Japonés.

Aunque nos podemos ir reuniendo desde el medio día, hacia la una o una y media se repartirá almuerzo a todos los concurrentes. Sería muy conveniente que uno o dos días antes se le confirme a Teresita de Bedout la asistencia, para poder comprar lo necesario. Claro que si se le olvida hacerlo de todos modos puede asistir pues a todos nos va a atender la fundación a lo largo de la tarde.

Ahí se celebrará la Asamblea, en la cual deben participar todos los socios y ojalá se incorporen algunos nuevos. De resto será una tarde de animación, de juegos para niños, jóvenes, y adultos. Es un ambiente campestre, de mangas y árboles, y en algunos de los salones también hay espacio para protegernos de cualquier posible inclemencia del tiempo.

Para ese día ya nos han confirmado su presencia algunos de los que viven más lejos. Marta desde Venezuela, Jaime y Carlos Alberto Villegas desde Bogotá. Pero esperamos que esta noticia anime a todos los Restrepo, y todos los demás familiares ausentes a que nos acompañen. En especial queremos que este día nos podamos reunir y dejar para la historia la foto de los 13 hermanos vivos con sus respectivos cónyuges, y todas sus familias.

AGRADECIIENTOS AL PADRE ERNESTO

Hasta mediados de febrero estuvo Ana en el Hogar Mi Querido Viejo. Por diversas razones no se acomodó en esa casa y se trasladó a un apartamento arrendado, en Belén, cercano a la casa de Gustavo y Edelmira. Gracias a Dios está contenta y atendida.

Al padre Ernesto le expresamos nuestra gratitud por habernos ofrecido en su momento esa opción y por habernos permitido conocer de cerca tan encomiable obra de asistencia. Guardamos el mejor recuerdo de ese Hogar y les pedimos a todos tenerlo presente en sus donaciones. Que Dios le pague y que nunca falten la paz y los recursos en el Hogar.

MERCEDITAS Y LAS HIJAS NOS AGRADECEN Y LES AGRADECEMOS

Con motivo de los cincuenta de Rodrigo tuvimos varias reuniones, antes, en y después del día de la conmemoración. Fueron notables la asistencia numerosa y la alegría de los participantes. Merceditas y las hijas lo agasajaron el día del cumpleaños con una misa y una reunión muy concurridas. A la par que les agradecemos, transmitimos los agradecimientos de ellas por las atenciones al esposo y papá. Ya habrá oportunidad para que Carlos Alberto Atehortúa siga inventado fechas para otros agasajos.

NOTAS FAMILIARES

La bisnieta menor de don Arturo, nieta de su hijo mayor, abrió la serie de los nacidos en el 2000. Dover e Isabel Cristina se lucieron con la bella SALOME. Felicitaciones a los papás, a los abuelos, a los tíos, primas... y que la disfruten al máximo.

Esteban Villegas ya empezó a figurar en las páginas científicas de los periódicos. Su tesis, en asocio de otros compañeros, fue considerado como "genial" por los periodistas de El Colombiano. Felicitaciones.

Este dos mil también vino cargado de problemas de salud. Ya están recuperados de sus quebrantos Daniel Villegas Laborde, Andrés Restrepo Villegas y Estela Arango de Villegas. Quedan en turno para cirugías: Carla Cristina Páez y Teresita Villegas. Esta última áun requiere otra intervención en la pierna. Les deseamos muchos éxitos y pronta recuperación.

COSAS DE DIOS

¿No te parece extraño como un billete de $ 5.000 parece tan grande cuando lo llevas a la iglesia, pero tan pequeño cuando lo llevas a las tiendas ?
¿No te parece extraño cuan larga parece una hora cuando oímos de Dios, pero cuan corta cuando un equipo juega fútbol por ¨solo¨ 90 minutos?
¿ No te parece extraño que larga parece una hora cuando estás en la iglesia, pero qué cortas son cuando te estás divirtiendo en algún lugar?
¿ No te parece extraño que no puedes pensar en qué decir cuando oras, pero no tienes dificultad en pensar cosas de qué conversar con un amigo?
¿No te parece extraño cuando nos emocionamos cuando un juego de béisbol se extiende a extra.innigs, pero nos quejamos cuando el sermón es un poquito más largo de lo usual?
¿No te parece extraño lo difícil que es leer un capítulo de la Biblia, pero qué fácil es leer 100 páginas de una revista popular?
¿No te parece extraño como las personas desean los puestos del frente en cualquier juego o concierto, pero hasta se esfuerzan por buscar los asientos de atrás en la iglesia?
¿No te parece extraño que necesitamos 2 ó 3 semanas de aviso para incluir un evento de la iglesia en nuestra agenda, pero podemos ajustar nuestra agenda para otros eventos en el último momento?
¿No te parece extraño lo difícil que es aprender una verdad simple del evangelio para compartirlo con otros, pero qué fácil es para las mismas personas entender y repetir un chisme?
¿No te parece extraño como creemos rápida y fácilmente lo que dicen los periódicos, pero cuestionamos lo que dicen y hablan de la Biblia?
¿No te parece extraño que todos quieran ir al cielo, siempre y cuando no tengan que creer o pensar o decir o hacer alguna cosa que requiera esfuerzo?
Es extraño ¿no te parece? ¿Estás reflexionando? ¿Estás pensando?
¡No tengas miedo de hablar con y de Dios y dar gracias al Señor siempre, porque EL es bueno y nos ha premiado al darnos tantas bendiciones en el transcurso de nuestras vidas!
Compartir esto con los demás es ¨realmente importante¨, más aún cuando estamos en el año del jubilieo el año del perdón y reconciliación que de una manera u otra ayuda a preparar nuestros corazones a una Semana Santa llena de fé, amor, comprensión y sobre todo a estrechar aún mas los lazos familiares que siempre nos ha caracterizado y en donde en el diario convivir existe una buena comunión con Dios.

¡Que Dios los bendiga siempre!

Carlos, Adriana, Junior villegas Rangel

 

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Última actualización: Julio 15 de 2.005